Soy todo lo feliz que se puede ser.
Me puedo considerar todo lo feliz que yo quiera.
Soy capaz de sentir toda la felicidad que quiera e incluso un poco más.
El principal causante de mi felicidad soy yo mismo.
Y me doy completo permiso para ser muy feliz.
En cualquier momento dado puedo proponerme ser el hombre más feliz del mundo.
Y conseguirlo.
Javier.
PD: lo escribí hace unos 8 o 9 años, y aún lo asumo.
Espero contagiar a alguien estas ideas.